Ser humano,
un concepto, una idea, determinada por las relaciones de producción, que obliga
la propiedad sobre los medios de producción. La propiedad privada, sustancia
del humanismo, sustentado en un aparato de producción que debe crecer al
infinito en un planeta finito, basado en discursos de crecimiento, progreso,
desarrollo, civilización; generando las relaciones de amos uno y esclavos
otros, de dueños unos y mercancía otros, en órdenes de unos y esfuerzo de
otros, en látigo de unos y lomo de otros, en valles y ríos de unos y rincones y
quebradas de otros, en leyes y justicia de unos que le roban a los otros, en el
diseño de unos y el hambre, el miedo y la ignorancia de otros.
Lo
humano, un compendio echo sistema de toda la tragedia vivida por el planeta, un
acumulado poderoso que domina y manda sobre sus propios congéneres,
aterrorizándolos con un ejército fábrica, ejército iglesias, ejército escuela,
ejército arte, ejército deporte, ejército enfermedad, ejército de lo que usted
quiera, para apropiarse del botín y poder disfrutarlo. Lo humano es criminal,
lo humano es ladrón. ¿De quién son los ejércitos? ¿La fábrica de armas? ¿Los
laboratorios, sin eufemismo, las fábricas de drogas? del dueño humano, que
esclaviza para su propio bienestar, en nombre del bienestar colectivo, sin
careta y sin vergüenza, que conscientemente organiza al planeta, determinándolo
como enemigo y convirtiéndonos en enemigos entre sí, a los propios sometidos,
cumpliendo con el principio de guerra: divide y vencerás.
Yo el único
Eso
es un humano. El humano es, por esencia, racista, exclusivista,
segregacionista, él no convoca a nadie a disfrutar ese botín. Vive apartado, no
está en los barrios, ni en las urbanizaciones, sino como esperanza, como
ilusión, como ideología, sus oficinas son los penthouse de los edificios que
son de ellos. Es dios. Llegar a su oficina es imposible. Sólo otros dueños, sus
sirvientes directos, y aquellos que él necesita para aumentar sus ganancias,
pueden compartir con él. La fuerza que da la razón de las armas lo convence de
su destino como dueño.
Esa
conducta miserable del humano, es la real, pero a los pobres sólo nos venden la
imagen de la diversión, del disfrute, del sacrificio, claro está, de los
humanos, para protegernos. Un humano que está comiendo bien, está bebiendo
bien, tira con quien le da la gana, es lo que ellos te muestran en las
películas, en las pinturas, en la música, en los salones de arte, en los
ateneos, en los museos; nos venden la parte placentera de lo humano, es decir
el disfrute del botín, como el todo de lo humano; escondiendo la gran tragedia
que significa para el planeta entero la existencia de los humanos; sin contar
los millones de esclavos y la destrucción de naturaleza que a diario hacen
posible la existencia de ese concepto, de ese disfrute.
La paz y el botín
Esa
es la paz, el disfrute del botín y la preparación para la obtención de nuevos
botines. Con el avance de la guerra como mecanismo de obtención de la
acumulación de la riqueza, se llegó a crear conceptualmente el humanismo, que
sustituye la relación teológica del ser, cuando los poderosos, los dueños,
descubrieron que dios no existía, cuando se percataron de esa vaina. Entonces
la existencia teológica del ser que depende de dios, que es hijo de él, que es
su creación, pasa a desaparecer y comienza a existir el individuo ego, el tipo
comienza a reconocerse como el creador; de él es que nacen las cosas. Porque
¿Quién había creado al mundo? Los dioses ¿verdad? y después de los dioses,
dios, ese era el creador del mundo. Pero si dios no existía, la primera
pregunta después de la angustia, después de perder la esperanza, sería: si dios
no existía ¿entonces quién creó a dios? Y la respuesta es inmediata: ¡fui yo! Y
si fui yo, entonces soy más arrecho que dios y es cuando el humano, hombre
centro del universo, se posiciona. Entonces ya la obediencia ciega, no es a
dios, es al humano.
Los humanos llevan el carro
El
colmo de los escondrijos, es cuando nos dicen “hay que humanizar la guerra”,
como si la guerra la hicieran los perros. O humanizar cualquier tragedia que es
su producto, como si eso no es un acto de los humanos, de ese concepto que
llaman humano. Si algo ha convertido la guerra en una vaina súper monstruosa es
el concepto del humanismo, porque es sobre el bien superior (la propiedad
privada) que se debe matar, que se debe tener al grueso de la población del
mundo en condición de esclava, por eso se sostiene esa vaina.
¡Ah!
pero nos venden que el humanismo es Da Vinci, que el humanismo es Beethoven, es
Maquiavelo, la ilustración, el museo, los ateneos, casas de cultura, el
enciclopedismo, el renacimiento, la ley, la justicia, la moral, las buenas
costumbres, el derecho de los hombres, la ética, todo ordenadito en donde lo
único que no encaja somos nosotros. Si señores y señoras, nos venden esa parte
bonita, pero no dicen los muy ideológicos, que la fábrica es el humanismo, que
la guerra es el humanismo, que toda la tragedia es el humanismo, que el robo,
el crimen, la invasión de países, el saqueo es el humanismo, eso no lo dicen, pero
nos venden el concepto de libertad, igualdad, democracia, fraternidad,
justicia, derecho, propiedad, fuera de la realidad. Pero no se nos dice que, en
definitiva, el humanismo no es más que la concreción del recorrido de un largo
camino de las culturas guerreras en su encuentro y desencuentro, en el marco
del crimen y el saqueo, en donde ya acumulado el excesivo poder, pudieron
deshacerse de las ideologías, como justificativos, para lograr sus verdaderos
fines, que eran la acumulación y disfrute de las riquezas.
Ahora
ya pueden mostrarse y justificarse como élite en superioridad, sin que nadie
los designe, los perturbe o los culpe. Antes asesinaban y robaban en nombre de
los dioses o de dios; del renacimiento en adelante, asesinan en su propio
nombre, sin careta alguna, llevan el carro.
Agua e colonia y peo
¿Cómo
los obreros vamos a pelear por la libertad igual como pelea el dueño? O el
obrero está equivocado o el amo está equivocado. Si el amo, quien domina,
defiende la libertad, entonces debe ser el obrero quien debe estar equivocado
al estar defendiendo igualdad, libertad, fraternidad y las bolserías de la
burguesía humanista.
Es
por eso que no nos corresponde a nosotros defender esa conceptualidad
humanista; porque ella no es innata del ser, sino que corresponde a una
filosofía, a una manera de vivir la vida, no es destino ni designio, por tanto
los esclavos en medio del huracán revolucionario tendríamos que superar el
concepto humano y sus acciones, para crear otro concepto, porque para que
exista lo humano, es necesaria la existencia de la esclavitud, tal y como la
conocemos hoy.
Y
esto debe hacerse con determinación, porque hoy, entre los humanos, hay una
feroz competencia para ver quién es mas superior que los otros, aquel que puede
someter a los mismos humanos (dueños), objetivo supremo del ser único, del
pensamiento único, por eso las guerras no se detienen. Hoy más que nunca es
urgente definir, para los dueños, quién es el dueño mayor, el godfather, ese es
realmente el humano y así se darán coñazos hasta que quede uno solo reinando el
paraíso de los esclavos, lo que todos los esclavos debemos saber, es que cada
coñazo que lance un dueño, sin duda alguna se estrellará en nuestras caras,
cada bala penetrará nuestro cuerpo, cada bomba aplanará nuestro lomo colectivo.
Porque nosotros alimentamos sus cuerpos, fabricamos sus balas, peleamos y en
nuestro nombre justifican sus guerras.
Para
los humanos definitivamente el mundo es salvaje, todo debe ser sometido
globalmente a un solo designio, el dominante que controla la vaina; esa es la
esencia del humano, lo demás es aguaecolonia y peo.
Como un racimo e topocho en la bolsa de
valores
Los
pobres debemos saber que humano no es cualquier guevón que anda por ahí
copiando versos pa levantarse a la carajita, ni el que va a un concierto de la
orquesta sinfónica ¡no! humano es el dueño, el que es libre a sus anchas, capaz
de comprar y vender esclavos, libre de matar, de robar, de saquear, de violar,
de explotar, de consumir, sin someterse al arbitrio del derecho o el deber,
y ninguno de los trabajadores de este
mundo tenemos la capacidad, por sí solo, de darnos esos lujos.
Para
los humanos nosotros somos mercancía, igual que un perro, una vaca, un racimo
de topocho, un kilo e marihuana, nos tazan igual en la bolsa de valores, como
si fuéramos café, petróleo. Los humanos así nos tratan y nosotros somos la
clase que los sostenemos a ellos. Los humanos no son posible sin nosotros los
pobres, si nosotros desaparecemos ellos desaparecen, porque todo el mundo que
ellos diseñaron lo construimos fuimos nosotros. Por eso nuestra búsqueda
teórica es ir a la desaparición de nosotros como clase, tenemos que pensarla y
para eso debemos estar serenos.
Humanos o gente
Cada
vez que armamos peo, que queremos entrarle a coñazos a alguien, nos estamos
comportando como un humano. Está bien que nos acaloremos y gritemos y nos
apasionemos, pero no podemos ir a ofrecerle un coñazo al otro porque no nos
entendió. Los humanos nos gritan, nos dan coñazos, nos matan, nos torturan, por
supuesto que esa tarea sucia sólo la ordenan, porque la pela, la realiza
siempre un congénere nuestro. Ahí es donde tenemos que preguntarnos: ¿Me debo
comportar como un humano o me debo comportar como gente? esa es la diferencia
que hay de nosotros como clase, cuando adquirimos conocimiento de que
existimos, con esa clase que son los humanos, esa es la esencialidad. A partir
de entonces, de esa esencialidad, de esa diferencia, clara y directa, es de
donde debemos construir una cultura por la gente y para la gente. Y esa cultura
de la gente sólo es posible bajo el concepto de lo colectivo, a diferencia del
concepto de lo individual, que es el humanismo.
Para
muchos es fácil plantearse (y de hecho lo hacen) luchar por las mieles del
humanismo, que todos podamos divertirnos, vivir bien, comer bien, tirar bien,
viajar, tener buena casa, andar bien vestidos, tener carro y tener y tener
hasta el atapuze, pero hermanos y hermanas, ¿de dónde vamos a sacar a los
esclavos para que todos tengamos eso mínimo?, si en la actualidad el noventa y
nueve por ciento estamos sometidos al uno por ciento, ¿cuántos planetas
necesitamos para que todos seamos dueños de lo mínimo, sin los excesos de ser
ricos?. ¿Cuántos noventa y nueve por ciento más nos harán falta para que estos
pobres algún día lleguemos a ser el uno por ciento?
La libertad es un lacreo
La la la libertad, ah sí, la libertad
Mira la libertad
sin la esclavitud no es na
Déjese de güevonadas, nadie escuchará su voz
Ya
hubo uno más arrecho, más criminal y ladrón
Tan libre, tan poderoso, tan
enfermo, tan ocioso
Tan egoísta y tan dueño que hoy le decimos dios
Tan
libre, tan poderoso, tan enfermo, tan ocioso
Tan egoísta y tan dueño que hoy
le decimos dios
Más allá del vacilón, del tripeo y de la rumba
Existe la realidad
y esta verdad que te tumba
Así estudies y trabajes, corones o tengas burda
Serás un maldito esclavo hasta llegar a la tumba
Derrumba tus creencias, mira
a tu alrededor
Acaso sigues creyendo en un mundo mejor
Derrumba tus
creencias, no salves tu existencia
Todos hacen lo mismo, sueñan con
protagonismo
Y se van, se van, se van las vidas buscando la comida
En la
puerta de entrada esperan ser explotadas
Y en las puertas de salida
Salen
siendo desechos cual naranjas exprimidas
Se van, se van, se van las vidas /
buscando la comida
En la puerta de entrada esperan ser explotadas
Y en las
puertas de salida
Salen siendo desechos cual naranjas exprimidas
En una
época antigua cuando la esclavitud
Dominaba la iglesia, los miedos, buuuuu
pa poder utilizar la especie que ya no somos con el no mires, no tires, con el
látigo en el lomo
Usaron la libertad para tomar propiedad
Educaron a la
gente, transformaron a la especie
En ejércitos que luchaban jodían y
escoñetaban
A otros de su misma especie, soldados de aquellos reyes
Cuidando sus intereses pues también ambicionábamos
Y así pobres contra pobres
en la historia nos matábamos
Cuidando sus intereses, pues también
ambicionamos
Y así pobres contra pobres en el mundo nos matamos
Para que
alguien fuera libre tuvo que haber un esclavo
Para que alguien sea rico tiene
que haber muchos pobres Para que alguien tenga hambre y le cueste tanto la
vida
Tiene que estar un maldito apoderao de la comida
Del vestido, del
calzado, de la forma en que cocinas
De tu sueldo, de tu tiempo y de tu hija
la sifrina
De los centros comerciales, las grandes corporaciones
Los que te
venden la vida, la muerte y los condones
Así de claro, pequeño, los conceptos
y valores
La libertad de los dueños supuestamente respeto
A otro niño con
ese cuento, convives, llegó el momento
De mandarles a meter su ideología por
el recto
Y utilizar nuestro lenguaje, el que pao que tú sabes
Cuáles son de
nuestra clase los que manejan las claves
No los que usan el lenguaje técnico
que no entendemos
Que está hecho pa jodernos y no podemos defendernos
Un
coñoemadre la escuela, un coño la literatura
Un coñoemadre la fábrica, la
academia y su estructura
Un coñoemadre su intelecto que todo el tiempo nos
tortura
Llenándonos con la tele de drogas y de basura
Pero los
careculpables andamos juntos y despiertos
Dispuestos a analizar y a trabajar
por lo nuestro
Sembrar nuestros alimentos y no sentir miedo por hambre
Empezamos desde ya porque para luego es tarde
Como dijo el hijo de Elba esta
es nuestra conversa
Pa los que trabajan burda y son carentes de riqueza
Alza la garra lacra, te sumas o te apartas
Alza la garra lacra, te sumas o te
apartas
La la la libertad, ah sí, la libertad
Mira la libertad sin la
esclavitud no es na
déjese de güevonadas, nadie escuchará su voz.
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