Los
dueños son los mismos desde siempre, los planes son los mismos, los esclavos
somos los mismos. Las guerras son siempre las mismas, lo único nuevo es el
espacio donde ocurren. En cada guerra, en cada saqueo, en cada crimen organizado
por los dueños, para aumentar sus ganancias; los pueblos siempre nos hemos
alzado y en algunas partes del planeta en el siglo XX, se intentó construir
otra manera de vivir, pero para ese momento, no estaban dadas las condiciones
para que los pobres pudiéramos estudiar con claridad los hechos sociales. Los
temores, la ignorancia, el hambre; siempre nos mantuvieron en el ámbito de
cubrir necesidades.
Pero
hoy hay demasiada claridad, todas las vitrinas tienen los vidrios rotos, el
humanismo ha entrado en una etapa en donde ya no le importa nada. Si en algún
momento tuvieron pudor, hoy se lanzan por la calle del medio, lo sucedido en la
primera y segunda guerra, los genocidios pueblo por pueblo, que han mantenido
este pensamiento, esta manera de sostenerse como poder, hoy se vuelven
planetario y planetario también se vuelve la respuesta de los pueblos. Lo que
sucede es que será distinta la reacción, la manera de responder a la tragedia,
hoy los pueblos comprendemos que la confrontación los revive, que nuestra
política tiene que ser paralela. Ese trapo rojo, ese chivo expiatorio que se
llamó el fascismo, nacional socialismo, o franquismo, no fue más que la
película que ocultó el rostro de los dueños, que encubrió el ejercicio de la
libertad plena de los dueños, el matar en público.
En
cada pueblo los dueños tienen clandestinamente sitios y rituales donde asesinan
diariamente de manera directa a personas, sean niños, ancianos, adultos,
mujeres, es de acuerdo con los gustos, ya no por interés monetario sino por razones
de libertad, por querer hacer lo que les da la gana. Hoy en una etapa superior
de criminalidad los dueños se reparten nuevamente el mundo, están luchando por
ver quién se quedará con la mayor cantidad de continentes y todo lo que
contienen, quién será el dueño absoluto. Hoy están intentando eliminar los
Estados para no pagar los impuestos y restricciones que se les impone a sus
libertades y para controlar directamente la represión sobre todo el planeta.
Lo
que un día con vergüenza y horror fue condenado como máxima criminalidad en el
siglo XX, que se conoció con el remoquete de fascismo, nacional socialismo,
franquismo, hoy se muestra en todo su esplendor. Lo que pasa es que son
escalones focalizados en donde se ha mostrado la brutalidad de los dueños.
Escalones que al principio fueron aislados, que se fueron construyendo por
separado en distintas partes del planeta, en distintos tiempos, pero con el
mismo objetivo, la acumulación de las riquezas y la exaltación de las peores
miserias del ser.
Con
el transcurrir de los tiempos, la mayor habilidad de los dueños fue lograr
ocultar sus asesinatos y robos, hasta llegar al colmo, de que los asesinados y
robados aplaudiéramos al criminal, aceptáramos su maquinaria, su aparato
represivo y le validáramos el método del robo, “La guerra debe ser humanizada”,
hasta eso se ha oído decir. Y, entonces ya todo controlado, tienen sus chivos
expiatorios, las dictaduras, el fascismo, el comunismo, el desempleo, la
violencia, la delincuencia, la falta de estudios, los controles económicos, el
gobierno, el gobierno, el gobierno y su rosario de ación, inflación,
estanflación, deflación, y todas las barajitas que le sirven para esconder su
verdadera naturaleza.
Pero
la barajita mayor, con lo que se escudan a sus anchas es con el fulano
humanismo, una mierda que resume, en su esencia, lo peor de esta especie, la
pocilga de donde emerge todo este hedor planetario, que es exclusivista,
racista, segregacionista, separatista, un sistema cultural único, sustentado en
una maquinaria de guerra, cuya mayor expresión es la fábrica, pero a ojos
vista, es una cuchitura, lo más bello, no hay artista comprado y a veces no
comprado, que crean, y lo gritan a pie juntilla, que el humanismo es la obra
más bella, el logro invaluable de la especie, porque para ellos al igual que
para la academia, los profesionales de cualquier tipo, los deportistas, las
guerras, la violencia, la fábrica, el asesinato en todas sus variantes, sean
genocidios, homicidios o suicidio, el robo, la ciudad, la basura generada por
la fábrica, es sólo un daño colateral, un accidente, una baja, un mal
necesario.
Porque
el fin del humanismo si justificó todos sus medios criminales.
Los
humanos, esa élite criminal que gobierna al mundo, hasta este siglo XXI ha
logrado convertir en cómplice a los afectados de su ineficiencia, de su
arrogancia, de su prepotencia, de su criminalidad compulsiva, de su miedo, de
su hambre y de su ignorancia. Esa caterva de asesinos ha logrado
culpabilizarnos a todos de sus crímenes. Por ejemplo, ¿qué tenemos que ver los
pobres con desviar ríos[1] y escoñetar territorios o
fabricar basura o invadir pueblos o asesinar niños en masas, como ocurre cada
día en todo el planeta, no sólo la guerra de bombas e invasiones, sino sobre
todo por la fábrica? ¿Qué tenemos nosotros que ver con democracias, dictaduras,
fascismos, nacionalsocialismo o franquismo o cualquier otra mierda con las que
nos joden los humanos?, ¿qué tenemos que ver con la fábrica de armas de
destrucción masiva o selectiva, sean biológicas, bacteriológicas, químicas o de
cualquier otra desgracia?. ¿Qué tenemos que ver con la destrucción de la capa
de ozono o de la contaminación?, ¿qué
tenemos que ver con la coñacera de carros y autopistas y cuanta basura produzca
este sistema humanista?, si nosotros no diseñamos ninguna de esas políticas, ni
las artísticas, ni las guerreras, productivas, educativas, contaminantes,
invasoras, criminales, ladronas, sometedoras, escoñetadoras, culpabilizadoras.
A no ser que estúpidos sociólogos, sicólogos y cuanto cabeza e' guevo exista y
se autoproclame como analista de la conducta, nos culpen por ser pobres, a
nosotros, nuestros padres, madres, a nuestra crianza, a nuestro barrio, por
estar en el lado que nadie quiere estar, por producir obligadamente lo que no queremos
producir, pero que a fuerza de propaganda nos dijeron que era necesario y que
sin eso no se podía vivir: come pepito y vencerás para siempre.
Los
humanos hoy están doblando el callejón, pero no quieren irse solos porque su
cobardía los acompaña hasta en la partida, el sistema que siempre los protegió
se está hundiendo y como cualquier ahogado, sus pancadas son extremadamente
peligrosas, han llegado al extremo de su criminalidad y la historia nos ha
demostrado, dolorosamente en nuestros cuerpos, que no juegan carritos, a la
hora en que se ven amenazados. Sí, el fascismo es la fase superior del
humanismo, pero hoy en su globalidad también es su asesino, preparémonos los
pobres para organizar su sepultura, no busquemos salvar lo que siempre nos ha
jodido, que el humanismo se vaya al carajo con todo su complejo de superioridad
fascista. Que la hoguera revolucionaria cumpla su papel, lo que tenga fuerza
vital que sobreviva, a eso que una vez Marx llamó la prehistoria, es decir, el
concepto humanidad.
Para que
comience la historia de la gente, la que construya la gente, sin miedos,
hambres e ignorancias; sin empalizada alguna, con todos los afectos, sin la
odiosa compra-venta signándolos, sin separaciones, sin diferencias, sin pensar
único, sin maquinarias de guerras, es decir, sin fábricas productoras de
ganancias. Para que la vida sea definitivamente el poema, que no necesitamos
nombrar como añoranza, como carencia.
Dios madre cómo va el mundo
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
Venía de la expedición
el rico con sus esclavos
todo el
mundo había saqueado
el rico estaba “buchón”
pero se dio un trompezón
y
cayó en un pozo de agua
con el peso no nadaba
pues no soltaba el botín
pero
prefirió a morir
antes que salir sin nada.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
Cuando aquel rico se ahogó
abrazado con su saco
lo
terrible del relato
aquí se los cuento yo:
Ningún pobre lo auxilió
por
supuesto y desde luego
pero muchos se murieron
asfixiados en el fondo
cuando en busca del tesoro
pal agua se marguyeron.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
Miraron para el espacio
los potentes telescopios
y no
divisaron otro mundo para los humanos.
Si existe está muy lejano
pero ni así
rectifican
los carcome la avaricia
porque son grandes potencias
estrangulan al planeta
lo están volviendo cenizas.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
ahora no se acaba solamente pal pendejo.
No te empatuques de mierda
si quieres ver socialismo
¿Tú crees que el capitalismo se marchará sin tragedia?
¿Tú piensas que sin
problema renuncia la burguesía
al poder y a la energía que le confieren las
armas?
Antes de hacer esa vaina
primero nos aniquilan.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
Le temen a una explosión
y cuerpo a cuerpo a los tiros
y si nos lanzan un virus
pa matarnos de a montón
no aguantan la tentación
de vendernos la vacuna.
Allí están con su amargura
la paz se les acabó
pero pa nosotros no
no la hemos tenido nunca.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
Yo no es que sea pesimista
ni tampoco redentor
somos la
revolución
equivocada o precisa.
Miserables y egoístas
como aprendimos de
ustedes
pero si no se detienen
los principales culpables
bueno pues que
siga el baile
y aquí to el mundo se muere.
Dios madre cómo va el mundo
El mundo va más o menos
Porque ahora no se acaba solamente pal pendejo.
[1] Desde el año 1900 hasta el año
2000 más de 24 mil ríos fueron represados o desviados en el mundo, lo que
implico la destrucción de ecosistemas completos. De los casos más descomunales
se encuentra la Represa de las tres gargantas en China.
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